Están en la zona de Los Trapenses en la comuna de Lo Barnechea y cada vez que llueve -sin importar la magnitud de las precipitaciones- sacan a relucir sus “paraguas”. Claro que no hablamos de personas, sino que de los dos edificios que conforman el Condominio Parque Monasterio II, cuya recepción data de hace poco más de dos años.

Tampoco nos referimos a un paraguas convencional, sino que a carpas instaladas en la azotea de estas construcciones para tratar de mitigar las filtraciones, las mismas que junto a otra serie de defectos tienen a los propietarios de estas viviendas enfrentados en tribunales contra la inmobiliaria MV y la Constructora GCI, ambas sociedades relacionadas con la empresa de servicios inmobiliarios P&G Larraín, así como de todos los profesionales vinculados al proyecto.

La demanda que desde fines del año pasado se tramita en el 20° Juzgado Civil de Santiago, el grupo de propietarios, representados por José Pedro Baraona, socio de Larraín y Asociados, indica que a las filtraciones, que se replican en áreas comunes, se suman otras fallas al interior de los departamentos clasificados como viviendas de lujo. “Las impermeabilizaciones de losas superiores y hojalatería de techos de ambas torres se encuentran mal ejecutadas lo que ha generado filtraciones masivas al interior de departamentos.

En una de ellas pese a realizar reparaciones en cuatro oportunidades, las unidades superiores siguen anegándose. La gravedad de esta situación llevó al absurdo de requerir la instalación de una gran carpa de tela, una suerte de paraguas instalado en la azotea por parte de la inmobiliaria vendedora”.

Los reclamos están organizados en varios capítulos donde se detallan los problemas de las distintas zonas del condominio y además se mencionan incumplimientos como el tamaño de la piscina, que tiene la mitad de la superficie ofrecida o la opción de ampliar los departamentos que tienen desde los 140 M2.

En conclusión, en la demanda el grupo reclama una indemnización total que supera los $ 3.400 millones, considerando las situaciones al interior de las viviendas y en los espacios comunes.

Fuente Diario Financiero