En todo el territorio hay 38 entidades que pueden realizar la acreditación, pero están concentradas en tres ciudades. A la fecha, hay 609 instalaciones que se han certificado, según el primer balance de Vivienda.

Para evitar accidentes y aumentar la seguridad de quienes suben a un ascensor, desde el 21 de marzo pasado los elevadores que están en edificios residenciales que fueron construidos desde el año 2000 en adelante y todos aquellos que están en recintos públicos deben someterse a un proceso de certificación. En este se acredita que su instalación cumple con las normas de seguridad y que se le han realizado las mantenciones necesarias para que funcione de buena manera.

Pasado ya un mes y medio desde que esas disposiciones están vigentes, en el país hay 38 entidades certificadoras habilitadas y que aparecen en el registro del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) para hacer ese trámite y poner el sello que indica que el ascensor está al día con la norma.

El problema es que de ellas, el 92% (35) están en la Región Metropolitana. Hay otras dos en La Araucanía y una en O’Higgins. En las 12 regiones restantes no hay, ni siquiera en ciudades donde han proliferado edificios de gran tamaño y que se ubican entre las comunas de país con mayores alturas, como Iquique, Concón, Viña del Mar o Concepción (ver infografía).

«Si se necesita un certificador en regiones, las entidades registradas en Santiago pueden mandar uno», dice el arquitecto de la División de Desarrollo Urbano del Minvu, Ricardo Leñan.

Aplicación de la norma

El primer balance del Minvu destaca que en todo el país se han certificado 609 instalaciones -la mayoría, ascensores- y que en solo tres regiones no hay ninguna acreditada.

Se trata de una cifra pequeña si se considera que en todo el país hay unos 35 mil ascensores y en estos primeros dos meses correspondía que se certificaran unos siete mil. Lo anterior, de acuerdo al calendario que se estableció en la norma, que ordenó que en marzo se debían certificar los ascensores que están en edificios cuya dirección termina en cero; en abril, los finalizados en 1, y así, hasta diciembre.

«Se dio plazo de un año a las comunidades para informarse y hacer los trámites pertinentes para lograr la certificación, pero no sé si por desinterés o falta de conocimiento, muchos no lo hicieron», afirma Leñan, quien recalca que «los responsables de tener los ascensores certificados son los comités de propietarios de los edificios, quienes a su vez delegan en administradores».

Pero Sergio Román, presidente del Colegio de Gestión y Administración Inmobiliaria, que agrupa a administradores de edificios, asegura que «hay preocupación y las certificaciones se están haciendo en la medida en que la ley lo exige y se pueda».

Uno de los aspectos que según Román podrían influir en el lento inicio de la aplicación de la norma es la cantidad de certificadores disponibles. Al respecto, Leñan sostuvo que «en los próximos meses, al menos deberían abrir empresas certificadoras en Concepción y Antofagasta».

Igualmente, Francisco del Solar, gerente de Ingeniería NDT -una de las primeras empresas acreditadoras en inscribirse en el registro del Minvu-, cuenta que «al principio, en marzo, tuvimos harto trabajo, pero cada vez es menos la gente que nos llama».

Habilitadas Además de las 38 empresas que hacen certificaciones, hay 150 para mantenciones.

Fuente: El Mercurio, domingo, 07 de mayo de 2017